Las zonas libres están operando en un contexto internacional cambiante que progresivamente apunta a incrementar la transparencia en la gestión y en mejorar los procesos de compartir la información tanto con las instituciones de supervisión gubernamental pertinentes, como internacionalmente. Entre las iniciativas podemos contar con las Unidades de Transparencia de Comercio Establecidas por EE.UU. en 2004, el marco de Normas SAFE de la organización Mundial de Aduanas de 2005, la Convención de Kyoto revisada de 2006, las recomendaciones de la Cámara de Comercio Internacional de 2013 y más recientemente, la “Recomendación del Consejo sobre la lucha contra el comercio ilícito: mejora de la transparencia en las zonas francas” de la OECD de 2019, que incluye un “código de conducta”. Todo esto apunta a mejorar el combate contra amenazas tradicionales tales como la falsificación y la piratería y más recientes, como el blanqueo de capitales, el financiamiento del terrorismo, el financiamiento de proliferación de armas de destrucción masiva y los criptoactivos.
En este contexto nos enfrentamos con un dilema: por un lado buscamos facilitar el comercio y por otro, la facilitación de éste, nos torna más vulnerables, lo que nos obliga a reaccionar para mitigar los riesgos. Para ello, los esfuerzos por una mayor transparencia y mejor comunicación se vuelven fundamentales y estratégicos. Por ejemplo, el código de conducta de la OECD para las zonas libres refleja las actuales tendencias. Este apunta a fortalecer el acceso incondicional de las autoridades competentes a bienes y documentos, a mantener registros completos y precisos, a prohibir a los operadores y personas que no brinden la garantía necesaria de cumplimiento de las disposiciones aduaneras aplicables, a incentivar los pagos electrónicos, entre otros aspectos. Si hacemos el ejercicio de aplicar la idea de “acceso incondicional” a nuestro propio contexto, entenderemos el problema medular de los actores responsables, tanto gubernamentales (por ejemplo: autoridades aduaneras), como de la propia administración de cada zona.